Monday, April 13, 2009

Cavilaciones

Se que el arquitecto del universo en su inmenso sentido de sarcasmo e incongruencia que le han caracterizado desde que la memoria cósmica recuerda, decidió que en su cadena de eventos sin sentido, el día 29 de enero de 1975, una de sus malas jugadas tuviera lugar, nací para comenzar a morir.

El escenario no podía ser más único: Bogota. La capital de una tierra de locos e ilusos, capaces de los actos mas nobles o mas censurables, bordeada por dos enormes océanos, y aun así, bañada en sangre y abusada durante generaciones por cuanto degenerado del primer mundo a ella ha llegado a cambiar sus espejos de odio y aberración por el dorado e inocente espíritu de seres quienes aunque juventudes alienadas del nuevo milenio ignoran, rechazan o de quienes simplemente se avergüenzan por no haber sido druidas, mayas, incas, vikingos, o bien aberrante aun, gringos, fueron poseedores de una gran cultura, inteligencia y fuerza que han hecho de este punto geográfico un escenario único donde hasta lo mas inverosímil tiene la posibilidad de abrirse paso a la realidad. Esa es Colombia, mi país, un pequeño piñón en el engranaje de una maquinaria tridimensional en la que el susodicho arquitecto decidió un día defecar una amalgama de materia y libre albedrío a la que los portadores de dicho bulto un día decidieron llamar Andrés.

Que quienes fueron escogidos como mis padres jamás se imaginaron que al acercarse la una de la madrugada de aquella mañana de enero iba a comenzar un largo y fluctuante trayecto de eventos que cambiaria su forma de percibir la vida, y que por otra parte se encargaría de moldear al ente vacío que se sienta a escribir estas líneas.

Si alguien un día llega a leer estas notas, se preguntara: de que se trata esto? Para que voy a querer leer lo que este pelmazo tiene que escribir?, cuestionamientos que indudablemente invadirán las mentes de aquellos que me han conocido, y para ser honesto yo no tengo la respuesta, tal vez entre mas escriba mas me acercare a ella.

Lo que si tengo muy claro es porque he decidido sentarme a escribir algo distinto a artículos sobre discos, entrevistas con bandas, reseñas de conciertos o misivas con mis pensamientos, declaraciones de afecto y temores mas íntimos a destinatari(a)os que no son mas que espejismos en un desierto que a cambio de arena, se compone de emociones utópicas y seres egoístas que en conjunto se encargan de hacer cada día mas miserables a los seres humanos.

Escribo porque lo necesito, mi insípida existencia me lo ordena. Lo hago para dejar testamento a futuro de quien soy y porque lo soy, que si en el futuro no me recuerdo, acá me pueda encontrar al menos con algunas parte de mi. Quiero arrojar mis pensamientos, satisfacciones y frustraciones sin ser juzgado y no recibir consejos que nunca he pedido; deseo dejar registro de mi vida antes de que la memoria me traicione y quede perdida para siempre y así explicar incluso a mi mismo, como llegue a descubrir mi sendero, como este ha definido mi vida, mis pensamientos, motivaciones y el efecto que ha tenido en mi y en aquellos que me rodean.

Escribo porque ayer me senté a recordar.

Recordé cuantas fotos me negué a tomarme y ahora daría todo por poderlas ver. Recordé como desde mi infancia comencé a escribir diarios que eventualmente bote o nunca termine. Recordé lo suficiente para darme cuenta que no recuerdo parte de mi vida, que intencionalmente bote memorias invaluables, que hay partes de mi existencia que ya no son claras, son solamente imágenes borrosas o mimetizadas en un caleidoscopio de recuerdos confusos a tal punto que no se si lo que “recuerdo” de varias situaciones fue lo que sucedió o lo que me hubiese gustado que sucediera y que no deseo en unos años sentir lo mismo sobre este y muchos otros momentos.


Escribo para mí.

1 comment:

  1. Encore, encore...
    Mijo vuelva a escribir ya que el blog se esta poniendo ameno.

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